¿Qué enseñó Elena G. de White sobre el vegetarianismo?

Una cosa que podrías haber escuchado sobre los Adventistas del Séptimo Día es su énfasis en un estilo de vida vegetariano. Si te preguntas por qué es así, se remonta a los humildes comienzos de nuestra iglesia:

Al estudiar la Biblia, los Adventistas fueron convencidos sobre cómo podían glorificar a Dios cuidando sus cuerpos y mentes. A su vez, el Espíritu Santo guió a Elena G. de White, una líder en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, para compartir principios prácticos de salud, incluyendo el vegetarianismo.

Aunque nunca consideró el consumo de carne como un pecado, animó a las personas a elegir una dieta principalmente basada en plantas. De esta manera, podrían tener más probabilidades de experimentar un estado óptimo de salud y servir a Dios de la mejor manera posible.

Exploraremos más a profundidad lo que ella tenía para decir sobre el tema revisando:

Al entender su proceso personal con el vegetarianismo, veremos su capacidad de conexión y punto de vista equilibrado sobre este tema.

¿Cuál fue la experiencia de Elena de White al volverse vegetariana?

A drawing of Ellen White smiling and raising her arms as she experiences a vision.

Elena G. de White pasó de ser una gran consumidora de carne a ser ovo-lacto vegetariana en el transcurso de aproximadamente 31 años. Al mismo tiempo, pasó de la debilidad y enfermedad en su adolescencia a la fortaleza y buena salud en sus últimos años. Dios la guió paso a paso en la mejora de su dieta y en la experiencia de sus bendiciones.

Todo comenzó con una visión que recibió en 1863.

Visión de salud de Elena de White

El 6 de junio de 1863, Elena G. de White recibió su primera visión importante sobre la reforma de salud de Dios, lo que la llevó a cambiar la forma en la que comía.

Aquí hay algunos fragmentos sobre la dieta que aprendió de esa visión:

“Dios dio a nuestros primeros padres el alimento que él había establecido que la raza humana debía consumir. Era contrario a su plan que se quitara la vida a ningún ser viviente. No había de haber muerte en el Edén… Dios no dio al hombre permiso para consumir alimentos animales hasta después del diluvio. Todo aquello a base de lo cual el hombre pudiera subsistir había sido destruido, y por lo tanto el Señor, a causa de la necesidad humana, dio a Noé permiso para comer de los animales limpios que había llevado consigo en el arca. Pero el alimento animal no era el artículo de consumo más saludable para el hombre..1

 

Sólo pocos animales están libres de la enfermedad.”2

El plan original de Dios para los seres humanos era una dieta basada en plantas. Pero después del diluvio, permitió a las personas comer carne ya que las plantas no estaban disponibles. Y muchas personas en la Biblia (incluyendo a Jesús) comieron carne.

Por esta razón, ella animó a las personas a regresar a una “dieta sencilla y saludable” para que pudieran mantener el cuerpo en “la condición más saludable posible”.

Sin embargo, debido al aumento de enfermedades en los animales y a las malas prácticas en el procesamiento de la carne, esta se estaba volviendo cada vez menos saludable para comer durante la época de Elena G. de White.3

Esta visión fue el comienzo del viaje de Elena G. de White hacia una mejor salud.

El proceso de convertirse en vegetariana

Después de la visión en 1863, Elena G. de White comenzó a hacer cambios en sus hábitos de vida, incluyendo su dieta. Decidió evitar la carne, un desafío importante para ella.

En una época en la que la comida fresca no siempre estaba disponible, ella había dependido de la carne. (Tal vez también era un poco exigente). Por lo tanto, fue con cierta reticencia que comenzó a comer pan integral, frutas y verduras. Así es como ella lo expresa:

Por un tiempo fue más bien difícil acomodar mi apetito al pan, por el cual, anteriormente, había tenido poca apetencia. Pero por medio de la perseverancia, he podido hacerlo. He vivido casi un año sin carne.4

Y los resultados la sorprendieron.

Ella había pensado que necesitaba carne para tener fuerza, pero descubrió que su debilidad y mareos desaparecieron cuando dejó de comerla.5

Y así, ella se mantuvo firme.6

Pero Elena de White era equilibrada. Nunca consideró el consumo de carne como un pecado e hizo excepciones en situaciones como las siguientes:

  • Cuando las verduras eran demasiado caras. En 1878, ella comió venado en un desayuno de Navidad que compartió con una familia que era muy pobre.7
  • Cuando viajaba y no podía conseguir comida vegetariana. En 1890, ella dijo: “Cuando no podía obtener la comida que necesitaba, a veces he comido un poco de carne”.8
  • Cuando sus cocineros todavía estaban aprendiendo a preparar comida vegetariana. Debido a las ocupaciones del ministerio, Elena G. de White contrataba cocineros para su hogar. Pero cada vez que llegaban cocineros nuevos, no tenían experiencia en la cocina vegetariana. Esto significaba que podían haber cocinado carne hasta que ella tuviera tiempo de enseñarles recetas vegetarianas.9

En 1894, tomó la decisión de dejar de comer carne en todas las circunstancias.10 Además de su preocupación por las enfermedades, también estaba muy preocupada por la crueldad que experimentaban los animales a manos de la industria cárnica.

Continuó comiendo pescado durante algunos años más, pero también se preocupaba cada vez más por la salud allí.

En muchos puntos los peces se contaminan con las inmundicias de que se alimentan y llegan a ser causa de enfermedades.11

Al llegar al final de su vida, Elena G. de White miró hacia atrás y reflexionó sobre cómo había cambiado su salud a lo largo de los años:

“Tengo mejor salud hoy, a pesar de mis 76 años, que la que tenía en mis días juveniles. Agradezco a Dios por los principios de la reforma pro salud.”12

Ella vivió de acuerdo a lo que enseñó y modeló los beneficios. A continuación, veremos esas enseñanzas.

¿Qué dijo Elena de White sobre el vegetarianismo?

Elena de White alentó una dieta vegetariana a través de sus enseñanzas y escritos. Aunque nunca promovió los extremos y no lo convirtió en una cuestión de salvación o membresía de iglesia, mostró cómo una dieta centrada en alimentos vegetales puede mejorar nuestras vidas.

“[Los alimentos vegetales] Comunican una fuerza, una resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más complejo y estimulante.”, dijo.13

Su definición de vegetarianismo

La mayoría de las personas piensan que ser vegetariano significa la eliminación de toda la carne en la dieta. Y hoy en día, eso puede ser cierto. Pero Elena de White usaba el término de manera más flexible para referirse a una dieta que es principalmente a base de plantas. Es vegetariana porque los alimentos cultivados están en el centro, en lugar de que la dieta se base en la carne (lo cual era mucho más común en ese entonces).

En una carta sobre las opiniones de la Iglesia Adventista sobre diferentes temas, ella escribió: “Todos son vegetarianos, muchos se abstienen completamente del uso de alimentos cárnicos, mientras que otros lo consumen en el grado más moderado”.14

Para ella, ser vegetariana podría significar no comer carne en absoluto o comerla solo raramente. Pero de cualquier manera, era una decisión de acercarse a la dieta original:

Los cereales, las frutas carnosas, los frutos oleaginosos, las legumbres y las hortalizas constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los comestibles más sanos y nutritivos.15

Muchas de las autoridades de salud de hoy están de acuerdo. El Dr. Michael Greger, graduado de la Universidad de Cornell, médico, conferencista y autor, es uno de ellos. Se le preguntó en una entrevista: “¿Cuál es la dieta ideal para vivir la vida más larga y saludable?

Su respuesta:

“Una dieta centrada en alimentos vegetales integrales, incluyendo una variedad de granos enteros, legumbres, frutas, nueces y tantas verduras como podamos comer”.16

El periodista y autor del New York Times, Michael Pollan, lo resume de esta manera:

“Come comida. No demasiado. Principalmente plantas”.17

Efecto de la carne en la salud

Una de las razones clave por las que Elena G. de White no aconsejaba una dieta rica en carne es que los animales se han vuelto más insalubres a lo largo de los siglos. Le preocupaban las enfermedades en los animales y cómo afectarían a los seres humanos.18

En 1905, ella escribió:

Los cánceres y tumores y las enfermedades pulmonares se deben mayormente a la costumbre de comer carne.19

 

La carne nunca fue el mejor alimento; pero su consumo es ahora doblemente objetable, ya que la enfermedad en los animales está aumentando tan rápidamente.20

Y más de 100 años después, el mundo médico está dándose cuenta de lo mismo. La Clínica Mayo afirma que la carne roja y procesada aumentan el “riesgo de muerte por enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o diabetes”, todas enfermedades inflamatorias que pueden ser afectadas por el estilo de vida.

La Organización Mundial de la Salud también ha declarado que la carne roja y procesada son carcinógenos. Pueden causar cáncer de estómago y colorrectal, y posiblemente cáncer de páncreas y próstata.

En una época en la que la gente no sabía mucho sobre el cáncer, los escritos de Elena G. de White fueron acertados.

Importancia de una dieta nutricionalmente adecuada

Aunque Elena G. de White promovió una dieta vegetariana, la consideraba como un proceso en lugar de una decisión única. Las personas son diferentes y deberían adaptar sus dietas para asegurarse de obtener una nutrición adecuada. Nuestras dietas son “para la edificación del cuerpo… para preservar cada facultad en la mejor condición para el servicio más elevado a Dios y al prójimo”.21

Con esto en mente, señaló la importancia de encontrar sustitutos adecuados para la carne antes de renunciar por completo a ella. Especialmente animó a reemplazar la carne con abundantes granos, frutas, nueces y verduras. Haciéndolo así se evitarían deficiencias nutricionales.22 Hoy en día, también mencionaríamos el valor de comer legumbres (frijoles, lentejas) para obtener la proteína que de otro modo obtendríamos de la carne.

Su punto de vista equilibrado

Elena G. de White tuvo un enfoque muy equilibrado hacia la salud, alentando a las personas a hacer lo mejor que pudieran en las circunstancias en las que se encontraban. Nunca convirtió su propia vida en un criterio para que otros la siguieran. En cambio, les aconsejó evitar los extremos, estudiar la voluntad de Dios y descubrir lo que era más saludable para ellos.23

Ella nunca dijo que el vegetarianismo fuera un requisito para ser adventista o para ser salvo.24

Nunca he sentido que era mi deber decir que nadie debe probar la carne bajo ninguna circunstancia. Decir esto cuando la gente ha sido enseñada a vivir a base de carne en gran medida, sería llevar las cosas a los extremos. Nunca he sentido que era mi deber hacer declaraciones categóricas. Lo que he dicho lo he dicho dominada por un sentido del deber, pero he sido cuidadosa en mis declaraciones, porque no quería dar ocasión para que nadie fuera conciencia de otra persona.25

En situaciones donde las personas no podían permitirse reemplazar la carne en sus mesas o no tenían acceso a alternativas, ella escribió:

No era mi deber, ni pensé que fuera el deber de nadie más, el darles una conferencia sobre los males de comer carne…. Hay un tiempo para hablar y un tiempo para callar.26

¿Cómo afectaron las enseñanzas de Elena G. de White sobre el vegetarianismo a la Iglesia Adventista?

Las enseñanzas de Elena G. de White sobre el vegetarianismo tuvieron una gran influencia en la Iglesia Adventista. Un gran número de adventistas consumen una dieta a base de plantas baja en carne, y muchos no consumen carne roja ni aves de corral en absoluto. Los adventistas también han producido muchas publicaciones sobre el vegetarianismo, experimentado con recetas sin carne, y creado y vendido sustitutos de la carne.

Adopción de una dieta vegetariana

A doctor takes a woman's blood pressure, illustrating how lower blood pressure is one of the benefits of the vegetarian diet.

Photo by Gustavo Fring

La forma en que los adventistas comen hoy en día es en muchos aspectos el resultado de la aplicación de Elena G. de White del principio bíblico de honrar a Dios con nuestros cuerpos (1 Corintios 6:19-20; 1 Corintios 10:31). Ella enseñó que la dieta y la espiritualidad a menudo pueden estar conectadas: lo que comemos puede afectar nuestra capacidad de vivir para Dios.

Por lo tanto, todavía seguimos estos principios de alimentación saludable.

Y hoy en día, el Estudio de Salud Adventista-2 realizado por la Universidad de Loma Linda atestigua muchos de los increíbles beneficios del vegetarianismo. Aquellos que comen de esta manera típicamente experimentan los siguientes beneficios en comparación con aquellos que comen carne:

  • Menor colesterol
  • Presión arterial más baja
  • Menos riesgo de diabetes y síndrome metabólico
  • Menos riesgo de ciertos cánceres
  • IMC más bajo

Al igual que en el propio viaje de Elena G. de White, el cambio en la Iglesia fue un proceso que ocurrió con el tiempo. Cada individuo debe pasar por un proceso al hacer cambios en su dieta también. Por lo tanto, el vegetarianismo es una decisión personal en lugar de una prueba para convertirse en adventista.

Si deseas aprender a comer vegetariano, consulta los siguientes recursos:

Publicaciones

Elena G. de White escribió mucho sobre dieta y estilo de vida. La Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día promovió estas escrituras a los miembros de la iglesia.27

Sus panfletos y libros originales incluyen:

  • Un llamado a las Madres (1864)
  • “Salud”, Dones Espirituales, volumen 4a (1864)
  • “Enfermedad y sus Causas” en el folleto Salud, o Cómo Vivir (1865)
  • Templanza Cristiana e Higiene Bíblica (1890)
  • Ministerio de curación (1905)

Otras personas también comenzaron a escribir sobre sus experiencias transformadoras. Estos testimonios en las publicaciones de la Iglesia inspiraron a más personas a volverse vegetarianas.28

Nuevas recetas y la industria de alimentos vegetarianos

A portrait of John Harvey Kellog, whose efforts played a key role in diet during the health reform.

Courtesy of the Ellen G. White Estate, Inc.

A medida que más adventistas dejaban la carne, vieron la necesidad de enseñar a las personas a cocinar sin ella. A finales del siglo XIX, los adventistas se convirtieron en pioneros en la industria de alimentos saludables al idear recetas para reemplazar la carne.29

John Harvey Kellogg, quien dirigía el centro de salud adventista llamado Sanatorio de Battle Creek, tomó en serio el consejo dietético de Elena G. de White. Él y su hermano William comenzaron a servir alimentos vegetarianos en el sanatorio y a fabricar y vender productos alimenticios.

De hecho, ambos crearon más de 80 recetas vegetarianas. También desarrollaron cereales para el desayuno para reemplazar los típicos huevos y carne que la mayoría de los estadounidenses solían comer en el desayuno.30

Estas alternativas de carne se convirtieron en marcas conocidas dentro de la Iglesia Adventista, como Worthington Foods y Loma Linda de Atlantic Natural Foods.

Su experimentación los llevó a fundar la Compañía de Alimentos Sanitas. Desde allí, preparaban alimentos para los pacientes en el Sanatorio de Battle Creek. Uno de los hermanos Kellogg también creó algunos sustitutos de carne a base de cacahuetes.

La Iglesia Adventista eventualmente se separó de Kellogg debido a su inclinación hacia el extremismo en varias áreas. Sin embargo, sus contribuciones a las iniciativas adventistas de reforma de la salud fueron innovadoras y allanaron el camino para innumerables desarrollos en las áreas de nutrición y vegetarianismo.

Las enseñanzas de Elena G. de White sobre el vegetarianismo perduran.

Las enseñanzas de Elena de White sobre el vegetarianismo probablemente parecían extrañas en una época en la que la carne era un alimento tan importante. Pero, a medida que Dios le daba sabiduría, ella compartía principios fundamentados en los principios de la Biblia y evitaba los errores y extremos de su época.

Hoy en día, los adventistas siguen valorando mucho su consejo en esta área. Sus inspiradas percepciones y orientación práctica presentaron el vegetarianismo como una bendición para la salud y una forma de servir mejor a Dios y a los demás.

¿Quieres aprender más sobre cómo comen los adventistas?

Páginas relacionadas

  1. White, Ellen, Spiritual Gifts, vol. 4a (Seventh-day Adventist Publishing Association, Battle Creek, MI, 1864), p. 120. []
  2. Ibid, p. 146. []
  3. Ibid., pp. 132, 148. []
  4. Ibid., p. 153. []
  5. Ibid., p. 153. []
  6. White, Ellen, Counsels of Diet and Foods (Review and Herald, Washington, D.C., 1938), pp. 484, 486. []
  7. White, Ellen, Letter 63, 1878. []
  8.  White, Counsels of Diet and Foods, p. 394. []
  9. Ibid., p. 487. []
  10.  White, Letter 128, 1896. []
  11. White, Ellen, The Ministry of Healing (Pacific Press, Mountain View, CA, 1905), pp. 314, 315. []
  12. White, Counsels of Diet and Foods, p. 482. []
  13. White, The Ministry of Healing, p. 296. []
  14. White, Letter 99, 1894. []
  15. White, The Ministry of Healing, p. 296. []
  16. “How Not to Die: 9 Questions for Michael Greger, MD,” Blue Zones. []
  17. Pollan, Michael, In Defense of Food (The Penguin Press, New York, 2008), p. 1. []
  18. White, Ellen, Selected Messages, book 2 (Review and Herald: Washington D.C., 1958), p. 418. []
  19. White, Counsels on Diet and Foods, p. 388. []
  20. White, The Ministry of Healing, p. 313. []
  21. Ibid., p. 319. []
  22. White, Counsels on Diet and Foods, p. 398. []
  23. White, The Ministry of Healing, p. 319. []
  24. White, Ellen, Testimonies for the Church, vol. 9 (Pacific Press, Mountain View, CA, 1909), p. 159. []
  25. White, Letter 76, 1895. []
  26.  Ibid. []
  27. Robinson, Doris, The Story of Our Health Message (Southern Publishing Association, Nashville, TN, 1965), p. 90. []
  28. Ibid., p. 96. []
  29. Ibid., p. 108. []
  30. Banta, et al., “The Global Influence of the Seventh-day Adventist Church on Diet,” Religions, 9(9), August 22, 2018. []

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